Introducción a los padres

Queridos padres o guardianes,

¡Gracias por todo lo que haces! Ser padre/madre requiere de muchísimo sacrificio. ¡Casi todo lo que hacemos por nuestros hijos no es visto por los demás y casi nunca lo aprecian nuestros hijos! Sin embargo, GRACIAS. De parte de la comunidad de fe a la que perteneces, la iglesia católica, gracias. Debido a ti–y solamente debido a ti–tu hijo crecerá en la fe católica.

Tu papel en la formación de la fe de tu hijo es central. Nadie puede reemplazarte, ni siquiera un programa parroquial. Los programas parroquiales están ahí para reforzar lo que haces en casa. Si tu estás comprometido con tu fe, es probable que tu hijo también lo esté.

En el pasado, los padres creían que era el trabajo de la parroquia “educar a sus hijos acerca de la religión.” Pero hoy sabemos que los niños verdaderamente crecen en su fe por los padres. Aun así, los niños crecen y se convierten en individuos, ¿no? Solamente podemos hacer lo que está a nuestro alcance y lo demás es un juego al azar. Por eso—ayudar a tu hijo a crecer en la fe católica es parte del gran trabajo de ser un padre católico—o estar casado con uno.

Este sitio tiene recursos para ayudarte a comprender mejor tu fe, integrarla a tu vida diaria y compartirla con tu hijo/a. (La mayor parte de estos recursos son GRATIS, pero uno que otro requiere que tú los compres.)

Sabemos que hay muchas eventualidades en tu vida desde que te convertiste en padre. Si eres un padre o madre soltero/a, ¡tienes aún más que hacer! Y si son una pareja, pero uno de ustedes no es católico, entonces la “parte católica” de esto parecerá un poco ajena (y hasta extraña en algunos casos.)

Sabemos cómo es. Tu tienes una casa que mantener, un trabajo o dos, tus propios padres, y una familia que cuidar, algunos programas de televisión que te gustan ver, y eso no incluye hacer la compra y sacar la basura y el reciclaje. Así que cuando llama la parroquia pidiendo (o a veces exigiendo) que tú tomes parte en el programa de educación religiosa de tu hijo, comprendemos si lo consideras de poca prioridad.

Y sin embargo—éste es un momento tremendo de unión entre tú y tu hijo/a. Piensa en esto como en una verdadera oportunidad de crecer juntos. Tener fe y crecer en la fe traen una felicidad maravillosa a tu vida: el perdón, la generosidad, la hospitalidad, el sentido de esperanza, y más que nada, acercamiento a Dios. ¡Mis amigos, esto durará por toda la vida! No dejes de hacer este proceso ni lo acortes porque estás muy ocupado. Pronto el tiempo pasará y tus hijos estarán más allá de tu alcance.

Con amor y gratitud cristiana por TODO lo que haces,

Paul Canavese & Ann Naffziger
Directores de Growing Up Catholic

Guía para padres y tutores que no son católicos